En 1621, nació en una ciudad de Francia, Jean de la Fontaine siendo el primogénito de un consejero del rey a quien se le había dado la tarea de ocuparse de los bosques y de la caza de su palacio. A los catorce años fue enviado a París para que ingresara a una orden religiosa, sin embargo la abandonó poco después y decidió comenzar a estudiar derecho. Consiguió un trabajo parecido al de su padre y en el tiempo libre que tenía se dedicó tranquilamente a la escritura. Redactó doce libros de fábulas que son conocidas en todas las partes del mundo. Las fábulas de La Fontaine no se caracterizan por su brevedad, sino por el enriquecimiento de las narraciones a las que aportó un toque de elegancia.